Con solo dar un paso se avanza,
ya salí de mi lugar,
ya me encuentro en marcha.
Dar ese primer paso no es fácil,
menos cuando queremos que sea perfecto,
que al avanzar no caigamos o resbalemos,
que nada se interponga en el camino o nos estrellemos.
A veces encontramos maneras de más rápido avanzar,
sacrificando los detalles que en el camino pudiéramos hallar,
yo he decidido ir lento, sin darle importancia al tiempo,
caminar con todos mis sentidos atentos,
percibiendo los pormenores del mundo,
y que sea este quien me muestre el rumbo.
Aquellos que van más adelante me suelen enseñar,
que solo dando pasos aprenderé a caminar,
que no importa si no hay equilibrio al comenzar,
a medida que adquiera práctica, más seguro será mi andar.
Y cuando eso pase, ya me encontraré lejos de mi base.