¿Quiénes son?
Las personas neurodivergentes han existido siempre, nacieron con la humanidad, el término neurodivergente fue acuñado en los años 90 para dignificar la existencia de estas personas y para enseñar al mundo que el cerebro puede funcionar de maneras diferentes, su presencia enriquece nuestra diversidad como especie y nos muestra que estas diferencias son las que han ayudado a potenciar la humanidad.
El cerebro de las personas neurodivergentes procesa la información de una manera atípica, es decir, su aprendizaje e interpretación del mundo es particular y diferente a como lo hace la mayor parte de la humanidad, para quienes se ha diseñado el sistema educativo y social, ser diferente no significa ser inferior, las personas neurodivergentes tienen fortalezas y debilidades como cualquier otra persona, no deben ser vistas como un problema o personas con déficit solo porque ocurre en una minoría de la humanidad.
Diagnósticos asociados a la neurodivergencia
Las personas neurodivergentes han sido incluidas por las ciencias de la salud dentro de los siguientes diagnósticos: Autismo, TDAH (Trastorno Déficit de Atención e Hiperactividad), y trastornos del aprendizaje como dislexia, disgrafía y discalculia, sin embargo, es importante destacar que estos diagnósticos no definen a la persona, sino que simplemente nos dan una idea de cómo su cerebro procesa la información.
La importancia de la educación y la divulgación
Es fundamental educar a la sociedad sobre la neurodivergencia para evitar verla como algo negativo, como algo que se debe solucionar o solo enfocarnos en sus debilidades, es tiempo de comenzar a valorarla como lo que realmente es: una forma única y valiosa de percibir y entender el mundo, las personas neurodivergentes tienen mucho que aportar a nuestra sociedad, como la disciplina y concentración de las personas autistas, la creatividad de las personas con TDHA o el pensamiento estratégico y holístico de las personas con trastornos de aprendizaje, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que tengan la oportunidad de hacerlo.
Un llamado a la inclusión
Si seguimos enfocados en pensar que las diferencias minoritarias son debilidades o problemas de la humanidad, estamos cerrando el camino hacia un mundo realmente incluyente, en lugar de intentar «corregir» o «invalidar» a las personas neurodivergentes, debemos dedicarnos a entenderlas y valorarlas tal y como son, un ideal es adaptar nuestro sistema educativo y social para que sea inclusivo y respete todos los modos de aprender e interactuar.
En conclusión, las personas neurodivergentes son una parte integral y relevante de nuestra sociedad, no son personas con problemas o déficit, sino individuos con una manera única de procesar la información y entender el mundo, necesitamos trabajar juntos para crear una sociedad que valore y respete la neurodivergencia, que ofrezca a las personas neurodivergentes las mismas oportunidades y el mismo respeto que a todas las demás.