Como ya se mencionó en el artículo Empatía: una mirada multidisciplinar, la empatía es importante porque garantiza la supervivencia, promueve el respeto y cuidado de las otras personas, cuando las personas son empáticas, son conciliadoras, evitan significativamente cualquier tipo de violencia, tienen mayor control de sus emociones en situaciones límite y están dispuestas a ayudar a otras.
La empatía se puede potenciar significativamente cuando trabajamos en ella desde la infancia y hoy quiero ofrecerles algunas estrategias para trabajar con las niñas y los niños:
Generar entornos protectores
Las niñas y niños que crecen en ambientes que evitan la violencia y con adultos que son cuidadores amorosos, desarrollan un cerebro potencialmente empático, es fundamental que en cada etapa de su desarrollo, los niños se sientan seguros y amados, este entorno de protección y cariño contribuirá a formar individuos que en el futuro serán capaces de entender y compartir los sentimientos de los demás.
Expresar con libertad
Promover espacios donde adultos e infantes expresen sentimientos y emociones auténticas, con libertad, y además se hable de ello, es clave para desarrollar la empatía desde la infancia, es esencial que los niños comprendan que todas las emociones son válidas y que pueden expresarse de manera respetuosa y honesta, esto les permitirá en el futuro interactuar de manera más efectiva con los demás, comprendiendo sus emociones y respondiendo de manera empática.
Incentivar la lectura
Fomentar la lectura desde la primera infancia hará que los niños y las niñas se conviertan en adultos lectores. La lectura estimula la formación de conceptos en el cerebro, les permite fantasear y ponerse en el lugar de los personajes, desarrollando así su capacidad para empatizar, además, los libros suelen presentar una amplia variedad de situaciones y emociones, lo que puede ayudar a los niños y niñas a entender y manejar mejor sus propias emociones.
La importancia de las artes
El cine, el teatro, la danza y los eventos musicales favorecen el desarrollo de la empatía, es importante que desde la primera infancia se participe en estos espacios; al exponer a los niños a estas formas de expresión artística, les ayudamos a entender diferentes perspectivas y a experimentar emociones en un ambiente seguro y estimulante.
Conclusiones
Cultivar la empatía desde la infancia es una labor que requiere paciencia, amor y dedicación, y tiene un impacto positivo enorme en el desarrollo de los niños y las niñas y por ende en la sociedad en general.
Todo lo que entra por los sentidos deja una impresión en el ser, hagamos entonces que esa impresión sea valiosa. ¡Hagamos juntos la diferencia!