Llegamos de repente, sin esperarlo o pedirlo.
Llegamos, nos encontramos, tal vez ni hablamos, con otros nos conocemos, con algunos caminamos por un tramo del camino.
Y luego, del mismo modo, en el momento menos esperado, desaparecemos, pero justo antes de desvanecernos, entendemos, que lo importante era autoconocernos y aprender a caminar con nosotros mismos.